Calviño vuelve a engañar: estamos lejos de recuperar el PIB prepandemia y seguimos a la cola de la UE
La vicepresidenta Nadia Calviño ha reaccionado con euforia a los datos sobre el PIB, que creció un 5,5% en 2022, pero coló una gran mentira en el análisis de las cifras publicadas hoy por el Instituto Nacional de Estadística. Una nota oficial de su Departamento asegura que, a precios corrientes, el PIB de 2022 se situó en 1.328.922 millones de euros, un 10,1% más que en 2021, y concluye que «España prácticamente ha recuperado el nivel de PIB previo a la pandemia». Pero tal extremo es falso. De hecho, con los datos relativos al cuarto trimestre de 2022, el PIB se queda un 1,5% por debajo de los niveles alcanzados en 2019, antes de que se produjera la crisis del Covid y de que posteriormente se desatara la guerra de Ucrania. Y eso a pesar de la reactivación del turismo y del sector exterior, éste último en todo caso con síntomas de ralentización en el cuarto trimestre del año pasado.
De esta manera, España sigue a la cola de Europa en la recuperación de la actividad a pesar del aumento masivo del gasto del Estado y del incremento correspondiente de la deuda pública. Como consecuencia del incremento de los pagos de la Administración, mayoritariamente en cuestiones estructurales y desaconsejadas por todos los organismos internacionales -y de manera destacada por la UE-, el desequilibrio presupuestario de carácter estructural está en torno al 5%, uno de los más altos de la zona euro, y el endeudamiento público se sitúa igualmente entre los más elevados de la Unión.
La conclusión es que a pesar del crecimiento superior al 5% durante dos años consecutivos, la economía española sigue todavía por debajo de los niveles previos a la pandemia, y «no está prácticamente a punto de alcanzarlos», como aseguró hoy el Ministerio de Nadia Calviño. En concreto, aún le queda un crecimiento anual del 1,5% para llegar al nivel que tenía en 2019. Dadas las pobres previsiones de crecimiento para el inicio del presente ejercicio y la incertidumbre económica, los economistas dudan de que pueda conseguir el hito en el año 2023.
De hecho, el último informe de coyuntura presentado por el Banco de España en diciembre vaticinaba que el PIB no recobrará los niveles de 2019 hasta el primer trimestre de 2024. En lo que respecta al ejercicio actual, el banco central también ha corregido en una décima su estimación de crecimiento hasta el 1,3%, muy por debajo de la que todavía sostiene la vicepresidenta Calviño -la utilizada en la elaboración de los presupuestos generales-, que prevén un aumento del PIB del 2,1% para 2023, y que son las que están permitiendo al presidente Sánchez asegurar a diario que España será el país europeo que más crecerá y también el que tendrá menor inflación durante este año.
«En una coyuntura macrofinanciera y geopolítica muy incierta, las proyecciones macroeconómicas para España contemplan tasas de crecimiento del PIB del 4,6% en 2022, 1,3% en 2023, 2,7% en 2024 y 2,1% en 2025. En estas previsiones, la debilidad de la actividad económica aún seguiría siendo significativa en el primer trimestre de 2023, como consecuencia de los mismos factores adversos que han penalizado el avance del PIB en la segunda mitad de 2022. No obstante, a partir del segundo trimestre de este año el crecimiento económico recuperará vigor de manera paulatina, a medida que, entre otros factores, mejoren las rentas reales de los agentes —como consecuencia de la disminución gradual de las presiones inflacionistas—, se recuperen los mercados exteriores y se desplieguen los proyectos de inversión vinculados con el programa Next Generation EU», asegura el informe de la institución que preside Pablo Hernández de Cos.
El Partido Popular reaccionó ayer de manera muy crítica tanto a los últimos datos económicos como a las declaraciones ácidas de algunos miembros del Gobierno sobre las empresas -destacadamente Mercadona-. “Somos los últimos en crecimiento en Europa. No solo no hemos crecido sino que ni siquiera hemos rebotado”, ha asegurado esta mañana Juan Bravo, vicesecretario de Economía del PP y mano derecha de Alberto Núñez Feijóo. Bravo también censura los reproches del Gobierno a los empresarios y que se les señale públicamente. “Son ellos los que generan economía y empleo, y construyen este país”. “Para llegar a acuerdos no hay que pensar lo mismo, sino respetarse lo mismo”, ha remarcado Bravo tras aludir a las afirmaciones de la ministra Belarra calificando de ‘capitalista despiadado’ a Juan Roig, presidente de la compañía de distribución. “¿No es despiadado no bajar el IVA de la carne, el pescado y las conservas o imponer un impuesto al plástico?”, se ha preguntado.
Bravo ha recordado al Gobierno que los empresarios “no son malos” y anuncia que cuando gobierne el PP modificará la ley de contratos • “Para el Ejecutivo, los jueces son fachas con toga; los datos del INE no le gustan; es malo Feijóo y también Amancio Ortega porque dona. ¿Alguna vez han escuchado a Sánchez reconocer que se ha equivocado?” • Bravo apostó por por fomentar las “vocaciones empresariales” para generar crecimiento y empleo, y por hacer de España un país atractivo para la inversión.
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